TRAMPAS INTERIORES

TRAMPAS INTERIORES


Ayer era mi sueño una emboscada,
y tú, con un vestido transparente,
cruzabas los atajos de mi mente
huyendo por temor a ser violada.

Un sueño turbador donde, asustada,
buscabas escapar, y de repente,
tu rostro delicado e inocente
hallé en mi despertar como si nada.

A salvo de mis trampas interiores,
contarte quise la razón del llanto
de aquel que ciego y bruto, sus amores

en grave riesgo colocó, y en cuanto
se abrieron tus pezones turbadores,
pediste violación, y tanto, y tanto...


TADEO