LA ENFERMEDAD DEL DOLOR
LA ENFERMEDAD DEL DOLOR
LA ENFERMEDAD DEL DOLOR
Crucificó sin piedad la inocencia del amor
gatilló mil veces hasta enfriar su corazón
mutiló con saña cada parte de su cuerpo
se hundió entre la tempestad del rencor.
Se entregó a las sombras del abismo
le declaró la muerte al romanticismo
le conmovió la maldad del anticristo
se persignó sin mirar de frente a dios.
Instalando en su psiquis el infierno
a mansalva trituró toda ensoñación
el cáncer del dolor diezmó el recuerdo
la traición perversa torturó su razón.
Se embebieron de sangre y estiércol
las vísceras reventaron por el veneno
incineró su alma en mantos de fuego
para calmar la enfermedad del dolor.
_______________________________________________Su espejo
INCINERAR EL ALMA
Para calmar la enfermedad del dolor
incineró su alma en mantos de fuego
las vísceras reventaron por el veneno
se embebieron de sangre y estiércol.
La traición perversa torturó su razón
el cáncer destructor diezmó el recuerdo
a mansalva trituró toda ensoñación
instalando en su psiquis el infierno.
Se persignó sin mirar de frente a dios
le conmovió la maldad del anticristo
le declaró la muerte al romanticismo
se entregó a las sombras del abismo.
Se hundió entre la tempestad del rencor
mutiló con saña cada parte de su cuerpo
gatilló mil veces hasta enfriar su corazón
crucificó sin piedad la inocencia del amor.
EURIDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Crucificó sin piedad la inocencia del amor
gatilló mil veces hasta enfriar su corazón
mutiló con saña cada parte de su cuerpo
se hundió entre la tempestad del rencor.
Se entregó a las sombras del abismo
le declaró la muerte al romanticismo
le conmovió la maldad del anticristo
se persignó sin mirar de frente a dios.
Instalando en su psiquis el infierno
a mansalva trituró toda ensoñación
el cáncer del dolor diezmó el recuerdo
la traición perversa torturó su razón.
Se embebieron de sangre y estiércol
las vísceras reventaron por el veneno
incineró su alma en mantos de fuego
para calmar la enfermedad del dolor.
_______________________________________________Su espejo
INCINERAR EL ALMA
Para calmar la enfermedad del dolor
incineró su alma en mantos de fuego
las vísceras reventaron por el veneno
se embebieron de sangre y estiércol.
La traición perversa torturó su razón
el cáncer destructor diezmó el recuerdo
a mansalva trituró toda ensoñación
instalando en su psiquis el infierno.
Se persignó sin mirar de frente a dios
le conmovió la maldad del anticristo
le declaró la muerte al romanticismo
se entregó a las sombras del abismo.
Se hundió entre la tempestad del rencor
mutiló con saña cada parte de su cuerpo
gatilló mil veces hasta enfriar su corazón
crucificó sin piedad la inocencia del amor.
EURIDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
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